
Para contextualizar un poco el estilo del que todo el mundo habla, estilo nórdico o escandinavo, os contaremos que este movimiento artístico y arquitectónico, surge a principios del siglo XX, en el conocido como período de entreguerras.
La tendencia por este estilo nórdico se origina en los países nórdicos, principalmente Noruega, Suecia y Dinamarca. Y se amplía hasta Finlandia e Islandia.
Convive al mismo tiempo con otros movimientos como el Art Nouveau, Bauhauss, Movimiento Moderno o Racionalismo u Organicismo, que se desarrollan paralelamente por Europa y EEUU.
Algunos de los máximos representantes del estilo escandinavo son Alvaro Alto, o Arne Jacobsen.
Uno de los diseños más icónicos de Alvar Aalto es el Jarrón Savoy, que transmite los fundamentos de diseño de la época con sus líneas orgánicas, simples y minimalistas.
Con este diseño, Álvaro Alto reflejar la importancia de la naturaleza en el diseño escandinavo, inspirándose para su geometría en las orillas de los lagos de su país.
Principales características del estilo nórdico
1.Funcionalidad y minimalismo
Desde sus orígenes la principal característica del estilo nórdico es la funcionalidad. Un interior verdaderamente escandinavo es muy habitable y se utiliza el espacio de la manera más eficiente.
Es un estilo que se define por la simplicidad en las formas y el minimalismo en la decoración. Un minimalismo elegante carente de ornamentación, con espacios luminosos, paredes claras y uso de colores neutros.
2.Elementos naturales combinados
El mobiliario es confortable y funcional, suelen utilizarse piezas en madera combinadas con textiles y pieles.
3.Colores claros y luminosos
Este estilo de diseño consigue hogares luminosos y cálidos, algo necesario en los países escandinavos. Debido a su clima frío y la escasez de luz natural, es necesario pasar prolongados espacios de tiempo resguardados en casa y esta debe ser un refugio que nos haga sentir cómodos.
Esta es la razón por lo que en sus interiores predominan siempre los colores claros.
4.Decoración floral
La naturaleza es un elemento predominante en este estilo, el carácter nórdico es muy respetuoso con su entorno y lo incorpora en los interiores mediante el uso de materiales naturales como la madera en revestimientos o mobiliario.
Utilizando textiles naturales como lana, linos o pieles. Conectando los interiores con el entorno mediante grandes ventanales o incorporando decoración floral.
4. La luz como punto clave
La importancia de la luz en el diseño de interiores es una de las características principales del estilo nórdico, para ello se proyectan grandes ventanales en las fachadas que se combinan con aperturas en techos, para conseguir luz cenital.
La decoración apuesta por la sobriedad, la elegancia y la armonía. Aprovechando todos los recursos naturales como es la madera y las materias nobles.
Colores usados en el estilo escandinavo
En los espacios escandinavos, el color predominante por excelencia es el blanco seguido de una paleta de tonos claros que aportan amplitud y luminosidad. Lo mejor es que usemos tonos pastel y optemos por los neutros como blancos, grises, beiges.
Esta paleta se combina con negro, grises o azules en zonas puntuales o en el mobiliario para crear contraste.
Materiales y mobiliario escandinavo
Álvaro Alto creía en el empleo de materiales naturales para resolver las necesidades funcionales y emocionales del ser humano.
La combinación perfecta que suele predominar en este estilo es la composición de ambientes en tonos claros mezclados con maderas. El principal material es la madera del pino rojo, que abunda en los bosques de estas zonas y es un aislante natural del frío. Es un material que aporta a los interiores frescura y tranquilidad.
En cuanto al mobiliario, el estilo nórdico siempre busca la sencillez, con líneas limpias y depuradas que combinados con diseños de formas curvas y sinuosas que aportan naturalidad. El mobiliario debe ser ante todo funcional y nunca se sobrecargan los espacios con exceso de mobiliario inútil.
También podemos usar productos artesanales hechos a mano siempre que guarden armonía con la creación de un espacio destinado a ser cálidos y acogedor.
Incluir textiles como varias almohadas, cojines y mantas al pie de la cama o en el sofá ayudará a atraer esa calidez. ¡Pero recuerda no sobrecargar! En el diseño nórdico menos es más.
Cómo crear una estancia única, confortable y acogedora de estilo nórdico
Si tienes la oportunidad también podrás incluir una chimenea, añadiendo una nota extra de sofisticación y calidez.
Otra clave para incluir un diseño nórdico en tus estancias es usar elementos vivos y de naturaleza en la decoración.
Actualmente existen muchas opciones para el uso de chimeneas ( de leña, de gas, de bioetanol, chimeneas eléctricas) que podrás incorporar en el espacio de mayor amplitud, como puede ser el salón de la casa, donde podrás leer tu libro favorito en una tarde de otoño, bajo una manta y con una buena taza de café.
Si vives en una casa lo mejor será el uso de una chimenea de leña y si vives en un piso la chimenea de gas será la mejor opción.
Elementos decorativos que no pueden faltar
Ahora que ya sabes en qué se basa y cómo debe de ser un diseño nórdico vamos con el uso de elementos decorativos para vestir tu hogar:
- Uso de elementos naturales. Maderas, textiles, pieles.
- Incorporar piezas de autor, objetos de vidrio o cerámica.
- Estampados geométricos en los textiles.
- Incluir una chimenea en el salón.
- Referencias naturales y animales como ramas secas o ciervos.
- Plantas naturales y flores secas.
- Diseño gráfico para la decoración de paredes.
Siguiendo estos consejos podrás transformar tu hogar y vestirlo de estilo nórdico, consiguiendo ambientes luminosos, acogedores y cálidos que invitan a disfrutar de la calma y olvidarte del el estrés diario.